Proyecto de ley prevé incentivos fiscales,líneas de crédito y financiamientos para fomentar la tecnología producida en el país.
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La Comisión de Asuntos Económicos (CAE) del Senado aprobó,este martes 20,el proyecto de ley 13/2020,que instituye el Programa Brasil Semiconductores (Brasil Semicon) y prorroga hasta 2029 los incentivos para los sectores de TIC y de semiconductores. El texto sigue para el Pleno en régimen de urgencia y luego para la sanción presidencial.
Brasil Semicon será un centro para la investigación y desarrollo y el fomento de la innovación,diseño y producción de semiconductores en el país,y contará con la coordinación de un comité gestor,cuyas atribuciones aún serán definidas en un plazo de hasta seis meses después de la entrada en vigor de la ley.
El proyecto también modifica las políticas industriales actuales,como el Decreto-Ley de la Zona Franca de Manaos,que ya prevé incentivos para la industrialización de la región. La modificación aumenta el descuento del impuesto de importación para bienes de TIC con tecnología desarrollada en Brasil en un 10 por ciento.
Según el abogado Caio de Souza Leão,especialista en derecho tributario de Urbano Vitalino Advogados,en una evaluación preliminar,el proyecto presenta avances para la industria de los semiconductores y responde a la necesidad de desarrollar un sector estratégico para el desarrollo del país.
Sin embargo,es necesario seguir de cerca los posibles cambios que aún pueden ocurrir en el Senado. “Un punto de preocupación adicional son los impactos derivados de la reforma tributaria,dado que muchos de los impuestos objeto de incentivos fiscales serán suprimidos y/o reemplazados. Por lo tanto,en un futuro cercano aún serán necesarios ajustes para mantener el incentivo al sector”,explica.
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El BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social) y Finep (Financiadora de Estudios y Proyectos) están autorizados a ofrecer apoyo financiero a los nuevos emprendimientos y a los ya existentes,con financiamiento,líneas de crédito e incluso exención del IOF (Impuesto sobre Operaciones Financieras).
Las empresas podrán solicitar financiamiento para invertir en infraestructura y automatización de líneas de producción; compra de máquinas y equipos nacionales o importados; licenciamiento de software para la gestión integrada de los procesos de diseño o manufactura; investigación,desarrollo y ampliación de la capacidad productiva o actualización tecnológica; y demás gastos operativos y administrativos.
La propuesta también exige que las empresas beneficiadas inviertan en investigación,desarrollo e innovación en el país,con un porcentaje mínimo del 5 por ciento de la facturación bruta incentivada,además de una parte de esa inversión destinada a programas y proyectos prioritarios en el sector de tecnología e información.
A partir de 2029,la política de incentivos será evaluada periódicamente para decidir la continuidad o no de los beneficios. Las empresas tendrán un plazo de 24 meses para adaptarse a cualquier cambio.
El relator de la materia,el senador Omar Aziz (PSD-AM),sugirió que dicha evaluación se realice cada cinco años. “Hasta el día de hoy están vigentes algunos incentivos a determinadas industrias que ya no tienen sentido,y Brasil pierde mucho con eso”,argumentó.
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